‘Market in Alcanar’ es la propuesta de desarrollar un nuevo mercado y una plataforma de intercambio de bienes.
La gestión del mercado como algo más.
El proyecto busca crear una “plaza” central, compacta y ordenada.
La compactación del espacio cualifica la instalación, aglutinando el programa en torno
Varios 'patios' de luz (climáticos) y en el borde del edificio, tanto exteriores como interiores para que el usuario roce el exterior y las sensaciones en el uso de las estancias, para que se asemeje lo máximo posible a estar en un exterior. espacio.
Estas rutas funcionan como un viaje sensorial, ayunando desde visiones cruzadas, hasta la descompresión de espacios al comprar o caminar que pueden anunciar los espacios a través de la textura, el olor, la luz, la temperatura.
El patio como diálogo.
Las diferentes chimeneas de luz del edificio nos permiten acoger la ciudad desde las circulaciones tangenciales, encaminarla hacia el interior, protegerla de la lluvia, construir un espacio transitable “exterior-interior” o un patio que regule el clima del edificio. Es interesante captar la luz directa del exterior y proyectarla indirectamente al interior, permitiendo usos, horarios y circulaciones en el devenir cotidiano del centro.
Envolturas como texturas trenzadas.
La frontera que bordea el exterior se construye sobre elementos táctiles y vivos que estimulan la
percepción. Elementos ligeros que filtran. Entendiendo aquí la materia no como una simple sustancia de carácter tectónico, sino como una relación entre distintos sujetos –entre ellos, los intangibles– como la luz, el aire, la temperatura.
Un sistema de doble piel. Elementos vegetales -cepas y/o maderas de reciclaje, sarmientos de la poda estacional promovida desde el municipio de Alcanar- servirán de base al envoltorio. Las sensaciones complejas se persiguen con mecanismos sencillos, baratos y comprensibles.
